Gran descubrimiento gastronómico con el que nos topamos en uno de los pueblos que visitamos en nuestras últimas vacaciones por A Mariña Lucense. Recién llegados a Viveiro (Lugo) y con las tripas rugiendo hicimos acto del instinto más que de las reseñas de internet, sin parar a mirar nada, bajamos del coche como locos por comer pulpo… estábamos destinados a encontrarnos con la Pulpería A Taciña.
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Local y situación
No esperes una lujosa pulpería ya que se trata más de una taberna con sillas y mesas de madera vieja, ambiente antiguo, con una terraza patrocinada con el mobiliario de Estrella de Galicia y con suelo de hormigón. Suena poco glamuroso, y así es, pero que compensa las vistas a la ría.
Situada en la entrada de la carretera que viene dirección Lugo, enfrente de una rotonda, puede agobiarte el tráfico si esta «denso». El local aparenta que es regentado (o eso me dio sensación a mi) sobretodo más gente local que turistas.
El servicio ese día lo llevaba solo una chica y era bastante pausado, ella misma tomaba nota, cocinaba y servía, cierto es que era a mediodía entresemana.
Por todo esto, el lugar no es el sitio perfecto, posiblemente ni siquiera el local sea bonito pero a la hora de valorar este lugar pusimos encima otras cosas, como es lógico la comida.
Carta corta con un excelente producto: no te pierdas el pulpo
La carta de A Taciña era corta, de las que dan a entender que no se anda con tonterías y que se centran en la calidad y no la cantidad platos. Consistía en lo típico de la zona y de estos locales: pulpo a feira, pimientos de padrón, calamares, oreja de cerdo, lacón y poco más. ¿No esta mal no?
Lógicamente estando en Galicia y en una pulpería el pulpo no podía faltar. Uno de los mejores que probé en el viaje y en general en mi vida: tan tierno que se deshacía en boca, aliñado con su correspondiente sal de escamas, aceite de oliva y pimentón, servido sin patatas como al parecer dice la receta original. Cada bocado era ir y volver del cielo.
Para acompañar tan suculento manjar, unos calamares a la romana que me dejaron impresionado. Tiernos, con un rebozado perfecto y una ración más que abundante.
Además pedimos una ración de oreja, que para mí fue el plato más flojo. Y como no, unos pimientos de padrón que parece que en Galicia están a otro nivel, no me lo explico pero así es. Destacar también el pan que nos sirvieron, que como los pimientos, en Galicia esta delicioso.
El ribeiro de la casa es un pecado, debería estar prohibido de lo peligroso que es… entra tan bien, tan dulce, tan suave, tan rico que podría pasar por agua. Estábamos tan a gusto viendo la ría y escuchando las gaviotas que alguna que otra «taciña» nos bebimos. Como curiosidad, en Galicia normalmente los vinos de la casa te los sirven en jarra y se beben en pequeñas tacitas.
Buena comida, buenas vistas y buena relación calidad/precio
Poco más se puede pedir a un lugar de estas características, sin lugar a dudas si vas a pasar por Viveiro o estas pasando unos días por la zona vale la pena parar en A Taciña para degustar su pulpo con una jarrita de ribeiro, coger fuerzas y seguir el camino. Te llevarás unas buenas vistas de la ría y el precio es más que razonable.
¿Cómo llegar a A Tacina en Viveiro?
Entrando por la carretera que viene de dirección Lugo tienes el local justo enfrente de la rotonda. Puedes aparcar en un parking cercano o en un descampado más adelante siguiendo la ría.
Dirección: Av. Ferrol, 19, 27850 Viveiro, Lugo
Teléfono: 687 17 36 87